sábado, 26 de junio de 2010

XXXIV Retiro Latinoamericano de Sacerdotes

XXXIV RETIRO LATINOAMERICANO DE SACERDOTES
16,17,18 y 19 de Agosto de 2010


INFORMACIÓN DEL RETIRO:

LUGAR: Casa de retiros Ciudadela de Jesús
CIUDAD: La Ceja del Tambo Antioquia, Colombia
APORTE: $220.000- (US$ 110)
INCLUYE: hospedaje, participación, papelería y alimentación


INFORMES E INSCRIPCIONES:

PBX: (4) 5530582
CELULAR: 314-8893283
300-6205276


CUENTAS:

Bancolombia: 103-02397780
Banco BBVA: 450 000799
Siervos del Espíritu Santo


RETIRO LATINOAMERICANO

A partir de 1976 por iniciativa de Monseñor Alfonso Uribe Jaramillo, quien fue un enamorado de la pastoral sacerdotal y promotor de la experiencia de Renovación Carismática Católica en el Espíritu Santo, se dio inicio al I Retiro Latinoamericano de Sacerdotes. Pensando, así, en un tiempo especial para el encuentro de los Ministros Consagrados con Dios, y de esta manera, incentivarlos a renovarse espiritualmente, para poder llegar a vivir de una manera eficaz la labor pastoral, a ejemplo de Jesucristo Buen Pastor, en medio de sus comunidades.

Por tal motivo, nos complace invitarle apreciado sacerdote, a participar en el presente año (2010), con ocasión del XXXIV Retiro Latinoamericano de Sacerdotes, en compañía de Monseñor Thomas de Jesús Sárraga, para que reflexionemos entorno al tema “EL MINISTERIO DE LA PALABRA CON EL PODER DEL ESPÍRITU”.

Con la certeza de que es Dios quien ha suscitado esta obra buena, nos ponemos en sus manos, para que sea Él quien con la Fuerza de su Espíritu, la lleve a feliz término.

viernes, 11 de junio de 2010


¡Muchas gracias p. Matías por las imágenes!

miércoles, 9 de junio de 2010

Programa de actos para la clausura del Año Sacerdotal

Ciudad del Vaticano, 8 Jun. 10 (AICA)

Durante los días 9, 10 y 11 de junio se celebrará en Roma el encuentro internacional de sacerdotes al concluir el Año Sacerdotal convocado por Benedicto XVI con motivo del 150º aniversario de la muerte del Santo Cura de Ars.

Al encuentro, promovido por la Congregación para el Clero, cuyo tema es: "Fidelidad de Cristo, fidelidad del sacerdote", fueron invitados todos los presbíteros del mundo.

La primera jornada, hoy miércoles 9 de junio, tendrá como tema: "Conversión y Misión". El cardenal Joachim Meisner, arzobispo de Colonia (Alemania), dará una meditación en la basílica de San Pablo Extramuros, que se podrá seguir también desde la basílica de San Juan de Letrán. Posteriormente habrá adoración eucarística, con posibilidad de confesiones. El prefecto de la Congregación para el Clero, cardenal Cláudio Hummes OFM, y el secretario de dicho dicasterio, monseñor Mauro Piacenza, presidirán una celebración eucarística respectivamente en San Pablo Extramuros y en San Juan de Letrán.

El tema del segundo día del congreso, el jueves 10 de junio, es: "Cenáculo: invocación al Espíritu Santo con María, en comunión fraterna". El cardenal Marc Ouellet PSS, arzobispo de Québec (Canadá), predicará una meditación en la basílica de San Pablo Extramuros, que se podrá seguir también desde la basílica de San Juan de Letrán. Posteriormente, como el día anterior, habrá adoración eucarística, con posibilidad de confesiones. El cardenal Tarcisio Bertone, secretario de Estado y monseñor Robert Sarah, secretario de la Congregación para la Evangelización de los Pueblos, presidirán una celebración eucarística respectivamente en San Pablo Extramuros y en San Juan de Letrán.

Barrios pobres de Buenos Aires

En la tarde del jueves 10 tendrá lugar la vigilia en la Plaza de San Pedro. Además de testimonios ofrecidos por algunos sacerdotes, están previstas conexiones televisivas con Ars, el cenáculo de Jerusalén, barrios pobres de Buenos Aires y Hollywood, así como un diálogo entre el pontífice y los sacerdotes y adoración y bendición eucarística.

El viernes 11, a las 10, solemnidad del Sagrado Corazón de Jesús, se clausurará el Año Sacerdotal con una concelebración eucarística presidida por el papa Benedicto XVI en la Plaza de San Pedro. Durante la misa, los presbíteros renovarán sus promesas sacerdotales. El Papa proclamará al Santo Cura de Ars patrono de todos los sacerdotes.

Fuente: AICA

¡Muchas gracias p. Matías por las imágenes!

martes, 8 de junio de 2010

Preces por los sacerdotes

A nuestro Santísimo Padre, el Papa, ENVUÉLVELO EN TU GRACIA, SEÑOR.
A los Cardenales y delegados Pontificios, ENVÍALES TU LUZ, SEÑOR.
A los Arzobispos y Obispos, DALES TUS DONES, SEÑOR.
A los sacerdotes formadores en los seminarios, DALES TU CIENCIA, SEÑOR.
A los sacerdotes Diocesanos, NUNCA LOS DEJES, SEÑOR.
A los sacerdotes religiosos, HAZLOS PERFECTOS, SEÑOR.
A los sacerdotes encargados de los hospitales, DALES CONSTANCIA, SEÑOR.
A los sacerdotes enfermos, SÁNALOS, SEÑOR.
A los sacerdotes tibios, ENFERVORÍZALOS, SEÑOR.
A los sacerdotes débiles, FORTALÉCELOS, SEÑOR.
A los sacerdotes tentados, DALES EL TRIUNFO, SEÑOR.
A los sacerdotes en pecado, DALES TU GRACIA, SEÑOR.
A los sacerdotes pobres, SOCÓRRELOS, SEÑOR.
A los sacerdotes celosos, AYÚDALOS, SEÑOR.
A los sacerdotes que desean amarte, ENCIÉNDELOS, SEÑOR.
A los sacerdotes tristes, CONSUÉLALOS, SEÑOR.
A los sacerdotes turbados, DALES PAZ, SEÑOR.
A los sacerdotes ancianos, SOSTENLOS, SEÑOR.
A los sacerdotes jóvenes, IMPÚLSALOS A TU GLORIA, SEÑOR.
A los sacerdotes aislados, ACOMPÁÑALOS, SEÑOR.
A los sacerdotes atados a lo terreno, ROMPE SUS CADENAS , SEÑOR.
A los sacerdotes misioneros, PROTÉGELOS, SEÑOR.
A los sacerdotes predicadores, ILUMÍNALOS, SEÑOR.
A los sacerdotes directores de almas, INSTRÚYELOS, SEÑOR.
A los sacerdotes párrocos, DALES TINO, SEÑOR.
De los sacerdotes vicarios, NO TE APARTES, SEÑOR.
A los sacerdotes difuntos, DALES TU GLORIA, SEÑOR.
De toda tu Iglesia purgante y militante, APIÁDATE, SEÑOR.
A todos los sacerdotes, DALES PUREZA, SEÑOR.
Oh, Jesús, Pastor eterno de las almas, Dadnos muchos y santos sacerdotes y haz de nuestras familias semilleros de vocaciones.

Acto de consagración por los sacerdotes

Oh Jesús, Salvador mío, Vos que habéis confiado a los sacerdotes que son vuestros representantes, la aplicación de la Obra de la Redención y de la Salvación del mundo; por medio de vuestra Santísima Madre, os ofrezco para la santificación de los sacerdotes, seminaristas y aspirantes, durante este día, todas mis oraciones, trabajos y alegrías, mis sacrificios y sufrimientos. Dadnos, Señor, sacerdotes verdaderamente santos que, inflamados del fuego de vuestro Amor, no procuren otra cosa que vuestra gloria. Presérvalos de todos los peligros interiores y exteriores, defendedlos, sobre todo contra las insidias de los enemigos de su virtud y de su santo ideal sacerdotal. Amén.

Llamados, consagrados, enviados

Llamados, consagrados, enviados. Esta triple dimensión explica y determina vuestra conducta y vuestro estilo de vida. Estáis «puestos aparte»; «segregados», pero «no separados» (Presbyterorum Ordinis, 3). Así os podéis dedicar plenamente a la obra que se os va a confiar: el servicio de vuestros hermanos. Comprended, pues, que la consagración que recibís os absorbe totalmente, os dedica radicalmente, hace de vosotros instrumentos vivos de la acción de Cristo en el mundo, prolongación de su misión para gloria del Padre. A ello responde vuestro don total al Señor. El don total que es compromiso de santidad. Es la tarea interior de «imitar lo que tratáis», como dice la exhortación del Pontifical Romano de las ordenaciones. Es la gracia y el compromiso de la imitación de Cristo, para reproducir en vuestro ministerio y conducta esa imagen grabada por el fuego del Espíritu. Imagen de Cristo sacerdote y víctima, de redentor crucificado. (JUAN PABLO II, Hom. en la ordenación de nuevos sacerdotes. Valencia, 8-XI-1982).


¡Muchas gracias p. Matías por las imágenes!

Ser sacerdote



¡Muchas gracias p. Matías por las imágenes!

domingo, 6 de junio de 2010

Mensaje en la fiesta de San Marcelino Champagnat, 2010

Tal día como hoy, hace 170 años, el H. Francisco cumplía con la triste obligación de comunicar al Instituto que su querido hermano y amigo, Marcelino Champagnat, había muerto: “El sábado 6 de junio, a las cuatro y media de la mañana, nuestro buen Padre Superior se ha dormido pacíficamente en el Señor, después de tres cuartos de hora de una serena agonía… En esta dolorosa circunstancia, os invitamos, queridísimos hermanos, a unir vuestras lágrimas y vuestras esperanzas a las nuestras. Lloremos a un buen padre, a un digno Superior y Fundador, a un santo sacerdote de María, nuestro apoyo, nuestro guía, nuestro tierno consolador. Lloremos porque la muerte nos ha quitado a aquel que sabía compartir tan bien nuestras penas y dirigir nuestros pasos por la vía de la salvación… Nos corresponde a nosotros ahora, recoger y seguir con atención sus últimas y tan impactantes enseñanzas; hacerlas revivir en cada uno de nosotros, imitando las virtudes que admiramos en él y, más que nunca, estrecharnos en torno a nuestra buena y tierna Madre”.

Es fácil imaginar la emoción que encierran esas breves líneas, escritas por quien estuvo al lado de Champagnat desde que tenía diez años. Han pasado más de veinte y, ahora, con 32, escribe en calidad de primer Superior general del Instituto. Son innegables el amor y la admiración que sentía hacía Marcelino, como puede apreciarse por las expresiones que usa al referirse a él. Pero, como hombre de fe, mira enseguida hacia el futuro y se siente invitado a recoger la herencia de Champagnat: “Nos corresponde a nosotros ahora…” Él mismo se propone convertirse en “imagen viva” del Fundador, y como tal será reconocido por los hermanos.

Quizás por el gran amor que profesaba a Champagnat, el H. Francisco apreció también, de manera muy evidente, la casa de l’Hermitage, a la que calificó frecuentemente como “el gran relicario del P. Champagnat”. “Todo aquí nos habla del P. Champagnat, todo nos recuerda a este buen Padre. Los muros, los tabiques, los suelos nos dicen que él fue a la vez albañil, yesero, carpintero. Caminó sobre estos suelos, recorrió estas habitaciones; aquí rezó, cantó, confesó, celebró la Misa, dio la comunión en esta capilla que él mismo construyó; trabajó la tierra, la huerta… golpeó la dura roca para rebajarla. Finalmente, aquí reposa entre nosotros”. ¿Quién más capacitado que el H. Francisco para comprender el enorme valor simbólico de nuestra Casa madre, él que pasó en l’Hermitage 56 años?

Creo que tanto el P. Marcelino como el H. Francisco estarían hoy muy contentos si pudieran contemplar la renovación llevada a cabo en esa casa que tanto amaron, particularmente porque se aspira a recuperar con nueva fuerza la finalidad para la que fue construida: ser casa de formación, escuela de espiritualidad. Durante la semana de Pascua tuve ocasión de estar en l’Hermitage, y pude apreciar que hoy no sólo contamos con unos edificios preparados para el futuro, sino que se han recuperado y puesto de realce elementos que nos conectan con su constructor, Champagnat, y nuestros primeros hermanos.

¡Cuántas reuniones, cuántos sacrificios y desvelos han tenido lugar desde febrero de 2004, cuando se empezó a hablar de la posibilidad de renovar los “lugares maristas”! Mi agradecimiento más cordial al H. Seán y a los miembros de su Consejo, así como al Provincial y al Consejo de l’Hermitage, primeros impulsores del proyecto. Un agradecimiento especial a la provincia de l’Hermitage que no sólo ha asumido generosamente buena parte del costo del proyecto, sino que ha cargado con la responsabilidad del seguimiento de los trabajos en el día a día. Gracias también a todas las unidades administrativas por su colaboración, de acuerdo a sus posibilidades, así como han hecho muchas personas a título personal. Gracias a los “maristas de Champagnat” que han aceptado formar parte de la actual comunidad de l’Hermitage, dejando sus lugares de origen y sus proyectos personales para integrarse en un proyecto del Instituto. Y gracias a quienes han participado tanto en las distintas comisiones de planificación y acompañamiento, como en la ejecución concreta del proyecto.

“Reivindiquemos el espíritu de l’Hermitage”. Con este sugerente título, hace tres años que el H. Seán publicaba una carta dirigida a todo el Instituto, explicando el Proyecto Hermitage: “Este Proyecto contempla la renovación tanto en el plano de las personas como en el de los lugares, y tiene dos objetivos: a) Diseñar un programa nuevo de acogida y animación para los visitantes de Notre Dame de l’Hermitage; b) Planificar y llevar a cabo la reforma de los edificios y otros espacios significativos que componen la propiedad del Hermitage, a fin de favorecer el desarrollo del programa arriba mencionado”.

“Reivindiquemos el espíritu de l’Hermitage”. La invitación me parece paralela a la que hacía el H. Francisco cuando comunicaba la muerte del Fundador: “Nos corresponde a nosotros ahora recoger y seguir con atención sus últimas y tan impactantes enseñanzas; hacerlas revivir en cada uno de nosotros, imitando las virtudes que admiramos en él y, más que nunca, estrecharnos en torno a nuestra buena y tierna Madre”.

Nos corresponde a nosotros. Me corresponde a mí apropiarme del espíritu de l’Hermitage. Y esta es la invitación que siento hoy con fuerza. A peregrinar interiormente hacia la fuente de donde brotaban la fe, la audacia, el coraje de Champagnat y de nuestros primeros hermanos. ¿De dónde les venía a ellos esa fuerza que les hizo superar todas las dificultades y dar la vida con alegría al servicio de la misión marista?

Me parece que difícilmente podremos recorrer el camino hacia “nuevas tierras” pedido por nuestro XXI Capítulo general, si al mismo tiempo no tomamos iniciativas para que nuestras raíces se hundan hasta encontrar lo que dará alimento a nuestras vidas y sentido a nuestro quehacer.

Este año estoy celebrando la fiesta de nuestro Santo Fundador en Oceanía, donde, como sabemos, la presencia marista se remonta a nuestros orígenes. Invito, pues, a todo el Instituto, a dar gracias de corazón al Señor por todo cuanto lleva a cabo en este continente a través de las distintas ramas de la Sociedad de María; de manera especial, por los más de cuatro mil maristas de Champagnat que actualmente se esfuerzan por servir a unos 41.000 niños y jóvenes en esta parte del mundo.

Dentro de unos días tendré ocasión de encontrarme con los hermanos que están en un gran país asiático, como miembros del Sector “Asia ad gentes”. Quisiera encomendarlos a ellos y a todos los miembros del Sector a vuestras oraciones, muy particularmente durante este día.

La segunda lectura de la liturgia propia de San Marcelino Champagnat nos evoca a la primera comunidad cristiana reunida en torno a María, la Madre de Jesús. Ella es, en efecto, nuestra fuente de inspiración, nuestra compañera de camino, Aquella que nos convoca a construir la Iglesia de Pentecostés. Nunca como hoy cobran fuerza las palabras de Marcelino en su testamento espiritual: “Dígnese esta buena Madre conservaros, multiplicaros y santificaros”.

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Hno. Emili Turú,
Superior general

Teresita Carmelita